Lactancia materna: el mejor comienzo para tu bebé
Del 1 al 7 de agosto celebramos la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Un espacio para visibilizar su valor como alimento, vínculo y protección para el bebé.
¿Qué es la lactancia materna?
La lactancia materna es la forma natural de alimentar al bebé con la leche que produce su mamá, ya sea directamente del pecho o mediante otros métodos (como una sonda) cuando el bebé no puede succionar.
Desde el nacimiento y hasta los 6 meses de vida, se recomienda de forma exclusiva, sin agua, jugos ni otro tipo de leche. Luego, junto a la alimentación complementaria, se sugiere mantenerla al menos hasta los 2 años o más, según deseen madre e hijo.
Beneficios para el bebé: un traje hecho a medida
La leche materna es única para cada bebé. Cambia con el tiempo y se adapta a sus necesidades nutricionales y de desarrollo. Sus beneficios incluyen:
- Desarrollo neurológico óptimo
- Refuerzo del sistema inmunológico
- Protección contra infecciones respiratorias, digestivas y urinarias
- Reducción del riesgo de enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión en la adultez
- Mejora de la microbiota intestinal
Además, transmite defensas naturales adquiridas por la madre: una vacuna viva y personalizada.
Beneficios para la mamá: salud física y emocional
Amamantar también protege y cuida a la madre:
- Ayuda a eliminar los loquios y contraer el útero
- Reduce el riesgo de infecciones posparto
- Ofrece anticoncepción natural durante los primeros 6 meses (si es exclusiva)
- Favorece el descenso de peso
- Disminuye la incidencia de alteraciones emocionales posparto
- La lactancia regula las hormonas y fortalece el vínculo emocional con el bebé.
Dificultades frecuentes: entre la presión y la culpa
Dar el pecho es hermoso, pero no siempre es fácil. Muchas madres se frustran o sienten culpa cuando no lo logran. Como pediatra, siempre les recuerdo:
El acto de amor está en cuidar y alimentar, no solo en amamantar.
Además de las emociones, hay obstáculos reales:
- Dolor, grietas o mastitis por mal agarre
- Falta de intimidad por visitas constantes en el hogar
- Dificultad para sostener la lactancia al volver al trabajo
- Prejuicios y comentarios que generan presión
Es clave que las familias comprendan que cada camino es único. La culpa no debe formar parte de la crianza.
El rol del pediatra en la lactancia
El pediatra debe acompañar, contener y enseñar:
- Observar la técnica y corregir si es necesario
- Evaluar postura, agarre y succión
- Aliviar miedos y resolver dudas
- Detectar posibles complicaciones a tiempo
Una consulta pediátrica también es una oportunidad para cuidar la salud emocional de la mamá.
¿Y si no se puede amamantar?
Existen leches maternizadas formuladas para cubrir las necesidades del bebé. Lo más importante es que la mamá esté bien, tranquila y conectada con su hijo.
Una mamá sin culpa, que puede mirar a su bebé con amor mientras lo alimenta, es lo mejor que le puede ofrecer.
Mitos frecuentes sobre lactancia materna
“Mi leche no lo llena”
Falso. La leche materna se digiere más rápido, por eso el bebé pide más seguido. No significa que sea insuficiente.
“Comí algo y le cambió el sabor”
Solo algunos alimentos (y no los de consumo habitual) alteran el sabor. El bebé, además, se adapta instintivamente.
Una mirada desde Tucumán: provincia pro-lactancia
En Tucumán hay una fuerte cultura de lactancia. Contamos con hospitales “amigos de la madre y el niño”, profesionales capacitados y mamás comprometidas.
Desde el sistema de salud se ofrecen espacios, talleres y asesoramiento para quienes desean amamantar.
Nuestro deber como pediatras es seguir informando, acompañando y cuidando a las familias desde el respeto y la empatía.
En resumen
Durante esta Semana Mundial de la Lactancia Materna (1 al 7 de agosto), es importante recordar que:
🌱 Amamantar no siempre es fácil, pero siempre es valioso.
🤱 La leche materna es un alimento vivo, hecho a medida.
🧡 Y sobre todo: alimentar con amor, sin culpas, es el mejor comienzo.
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