Tos convulsa: cómo prevenir la coqueluche en los más chicos

La tos convulsa sigue circulando en nuestro país. Saber reconocer los síntomas y prevenirla con vacunas puede salvar vidas.



Tos convulsa: una enfermedad prevenible que aún preocupa


En las últimas semanas, la Sociedad Argentina de Pediatría emitió una alerta por el aumento de casos de tos convulsa o coqueluche en distintas provincias. Esta enfermedad respiratoria, causada por la bacteria Bordetella pertussis, puede ser muy grave en los bebés menores de seis meses, sobre todo en los que todavía no completaron su calendario de vacunación.


¿Cómo se contagia la tos convulsa?


El contagio ocurre por el aire, a través de las gotas que se expulsan al toser o estornudar.
Por eso, cuando aparece un caso en casa, es frecuente que se contagien hermanos, padres o cuidadores.
El período de incubación es de una a dos semanas, y los primeros síntomas pueden confundirse con un simple resfrío.


Síntomas a tener en cuenta


Durante los primeros días puede aparecer:

  • Tos leve o catarro.
  • Congestión nasal.
  • Fiebre baja.

Pero con el correr de los días, la tos se vuelve intensa, seca y repetitiva, a veces acompañada de un silbido o convulsión respiratoria que dificulta recuperar el aire.
En los bebés pequeños, puede provocar pausas en la respiración (apneas) o coloración azulada en la piel por falta de oxígeno.

Ante estos signos, no hay que esperar: se debe consultar de inmediato al pediatra o acudir a la guardia más cercana.


Tratamiento y prevención


El tratamiento indicado es con antibióticos específicos, siendo importante no automedicar en casa. El objetivo es eliminar la bacteria y evitar nuevos contagios dentro del entorno familiar.
Pero el punto clave está en la prevención.

La vacunación es la herramienta más efectiva.
El esquema nacional incluye:

  • Tres dosis en el primer año (a los 2, 4 y 6 meses).
  • Refuerzos a los 18 meses y en el ingreso escolar.
  • En embarazadas, una dosis a partir de la semana 20 de gestación para proteger al bebé desde el nacimiento.


Qué podemos hacer como familias

  • Cumplir siempre con el calendario de vacunación.
  • Mantener las consultas pediátricas periódicas.
  • No enviar al jardín o la escuela a los niños con tos persistente.
  • Extremar los cuidados en los bebés menores de seis meses, especialmente si hay adultos resfriados en casa.


La tos convulsa es prevenible. Con información, responsabilidad y vacunas al día, podemos evitar cuadros graves y cuidar a quienes más queremos.

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